martes, 20 de septiembre de 2011

Fondue a la finlandesa.


Hace unos días fuimos a una feria finlandesa. Ellos le llaman "mercado de las pulgas" pero es algo más similar a La Salada de Buenos Aires, salvando los tamaños por supuesto y con la segunda diferencia marcada que es el hecho de que en ésta feria los puesteros son gente que alquila por un día y van a vender sus cosas. 
Se puede encontrar en gran mayoría ropas por demás desagradables, y en general muy antiguas, pero también todo tipo de otras cosas, desde celulares de los 90s hasta camisetas truchas del Nápoli con el nombre de Maradona. 
Los precios son realmente un chiste, ya que lo que más busca esta gente es deshacerse de esas cosas otorgándolas a alguien que las vaya a usar y esté dispuesto a pagar un precio simbólico por ellas. Tanto es así que husmeando por allí encontré un caquelón de fondue completo, como nuevo por tres euros.
Ante el asombro de la familia de Rosa por este extraño artefacto que había conseguido a un precio de regalo, les propuse que lo probáramos ese mismo viernes, y así me encaminaba en una de mis más osadas cruzadas en terrenos desconocidos.

En la zona de los Alpes al norte de Suiza, en los macizos montañosos de Jura, nació la Fondue hace más de trescientos años, cuando los pastores en las temporadas de invierno intentaban calentar viejos pedazos de quesos duros y los fundían en unas vasijas llamadas caquelón. Así, a través de la historia distintos maestros de la cocina hicieron referencias a la Fondue en sus libros. Hoy por hoy es una comida que se puso de moda sobre todo en reuniones sociales, ya que el contexto en el que se desarrolla, invita a una charla con un buen vino y algún disco de soul.



El primer paso para la preparación de la Fondue, es curar la cacerola. Para esto vamos a colocar un diente de ajo picado y uno entero con suficiente agua y dejar hervir por al menos diez minutos, luego tirar todo y frotar un nuevo ajo por toda la superficie. 

Al tiempo que dejamos que hierva el agua es recomendable preparar los acompañantes que pensemos utilizar, por ejemplo, cubitos de pan baguette, pechugas de pollo en trocitos, cubitos de jamón, salchichitas o albóndigas. 



Una vez que tenemos todo preparado vamos a rallar los quesos, con un rallador normal y los recomendables son emmenthal, gruyere y roquefort (aunque éste último recomiendo colocarlo en trozos completos una vez que los primeros estén fundidos).



Colocamos una copa y media de vino blanco en la cacerola a fuego medio y exprimimos medio limón. Esperamos unos minutos y colocamos los quesos rayados, mientras se funden movemos un cucharón haciendo amplios 8 para evitar que se forme una pelota de queso. Cuando se haya formado una maza homogénea y fundida, colocar los trozos de roquefort y mover hasta que se fundan nuevamente. Es muy importante no dejar de mover nunca.

Cuando los líquidos expulsados por los quesos se hayan desprendido y parezca que nuestra Fondue se ha cortado, hay que colocar un vasito de maicena disuelta en coñac. 

Al punto que veamos que tiene la consistencia adecuada, colocar pimienta a gusto y dos cucharadas de te cargadas de curry. 

Para finalizar colocar la salsa en el caquelón y encender el calentador. Regular cada vez que el queso comience a endurecerse, y disfrutar de este manjar con amigos o familia.


Recomiendo de fondo el disco “From Manhattan to Midnight in Paris”, una compilación de música sacada de las películas de Woody Allen.






Maxi "Pampa" Fernández



1 comentario: