"-¿Cuál es el secreto para llegar a tener el país con el mejor estilo de vida del mundo? -Pregunta el periodista Andrés Oppenheimer a la presidenta de Finlandia, Tarja Halonen.
-Te voy a contar nuestro secreto, se resume en tres palabras -Responde Halonen creando un gran suspenso.- Educación, educación y educación."
Hace veinte años, cuando cayó la Unión Soviética cayó también todo lo que estaba a su alrededor, lo que vivía de ésta, comía de ésta, respiraba de ésta y se mantenía por ésta.
Finlandia, es quizás el ejemplo más claro al respecto, un país que desde los comienzos de su historia siempre buscó la neutralidad y el consenso, era así, el nexo entre un bloque y el otro, y existía producto de ser el "pasa manos" de las producciones capitalistas al bloque soviético y viceversa.
No crecía, no decrecía. Sólo existía.
De la nada perdió éste negocio de la polaridad y se vio inmersa en el desconcierto, sin proyectos, modelos o planes. Sin nada en el presente y sin nada en el futuro.
Dicen que en Japón "crisis" significa oportunidad, los finlandeses se lo tomaron muy literalmente y aprovecharon aquella crisis hasta sacarle todo el jugo posible. Se levantaron, planificaron y siguieron con disciplina y a rajatabla ese camino. Sin desviarse ni retroceder, a paso lento pero seguro, con un sistema basado simplemente en la educación. Nada más, pero tampoco nada menos.
Hoy por hoy Finlandia cuenta con el mejor sistema de educación del mundo, un sistema dónde los exámenes son muy poco relevantes, dónde no se invierte más en educación que en otros países, pero sí se hace rendir el dinero invertido.
Se trabaja con la tecnología de punta, se la relaciona con los intereses de los alumnos bajo la premisa de "si en sus casas los alumnos juegan con la tecnología constantemente, ¿Por qué en el colegio deben hacer algo distinto para aprender?" Los chicos en la escuela interactuan con pantallas táctiles, netbooks, películas y juegos de vídeo.
En promedio los chicos finlandeses no dedican más de media hora por día a lo deberes.
Como pueden ver cuentan con una educación completamente atractiva para los alumnos, de ésta manera lograron tener el porcentaje más bajo de abandono escolar del mundo: 0,6% que comparado con el 25% de Argentina nos da una perspectiva de cuán en serio se toman éste asunto en cada Estado.
Probablemente éste éxito se deba a un eficiente sistema mediante el cual si un alumno se retrasa un poquito, inmediatamente se le asigna un profesor particular de apoyo el cual identifica el problema y dedica el tiempo necesario hasta que ese problema se resuelva, además de que éste profesor cuenta con el respaldo de psicólogos y psicopedagogos a su disposición en el caso de que se requieran.
De ésta manera es casi imposible de que un alumno falle y por ésta misma razón no existen los alumnos repitentes en Finlandia.
En Finlandia la educación es gratuita, sea pública o privada, pero no sólo eso, sino que el Gobierno también provee a los alumnos de materiales, libros, y hasta transporte para que no tengan excusa (y allá no hay paros de transporte).
El otro núcleo sobre el que se centra todo este aparato es en los maestros, hombres y mujeres de profesión y vocación, que tienen que tener promedios muy altos para poder entrar a la universidad y después necesitan un master para poder ejercer.
En éste país se respeta tanto a un profesor como a un médico, son personas totalmente preparadas, no sólo en la materia a ejercer, sino también en la ciencia de la pedagogía. Muchos profesores cuentan con ayudantes, aunque la forma en que se motiva a los chicos hace que los profesores puedan contar con la completa atención de todo el alumnado durante largas sesiones de aprendizaje.
Pero los alumnos no son los únicos que reciben una motivación especial en Finlandia, ya que los profesores reciben un promedio de 3.800€ mensuales, AR$20.840 más por mes que un maestro argentino. No comment diría el Coco Basile.
Pero no ésta enorme diferencia no se debe a que "ellos se manejan con euros" o "ellos son del primer mundo" porque en porcentaje, Finlandia destina sólo el 6,4% del PBI a la educación, la diferencia real está en que ellos no tienen corrupción, absolutamente nada de corrupción y cuentan con un sistema educativo que les permite hacer rendir al máximo ese dinero empleado.
Otra forma de pensar me imagino.
Decía Perón que a los descamizados primero tenemos que darles un par de zapatos y después un libro. Coincido, pero creo que hace cincuenta años que les venimos dando zapatos y ya es momento de empezar con los libros, les podríamos pedir unos consejos a Finlandia ya que son el país con más libros per cápita del mundo y así cuando nos pregunten "¿Cuál es el secreto del éxito?" ya saben.. contestar "Educación, educación y educación."
Como siempre, muchas gracias por leerme.
Maxi "Pampa" Fernández
Impresionante lo que escribiste.
ResponderEliminarLlegue aca por Maria Elisa Borgognone